OSHUMARÉ, ÉL Y ELLA

Continuando con la búsqueda de deidades que estén relacionadas a la condición homosexual, encontré a Oshumaré, de la religión Yoruba.
No parece estar relacionado/a directamente con el ser homosexual, pero su sentido y simbología son totalmente adaptables. Eventualmente, hasta se le podría adoptar como parte de un eventual panteón LGBTIQ.
Oshumaré es un orisha menor. Estos son espíritus de la naturaleza, no son considerados ángel de la guarda y por tanto no pueden coronarse en la ceremonia de Kari Osha. La religión yoruba es eminentemente monoteísta, siendo Oloorun (dios) el creador y señor del universo, y los Orishas los equivalentes a los santos católicos, intermediarios ante el dios de los hombres.
La religión yoruba (en yoruba, Òrìṣà-Ifá) se refiere a una serie de creencias y tradiciones espirituales originados entre el pueblo yoruba, un grupo etnolingüístico originario del África Occidental (principalmente en Nigeria y Benín). A través de la diáspora africana ha extendido su influencia fuera de África en formas sincréticas como la Santería (En el Caribe hispano) o el Candomblé en Brasil.

Oshumare es deidad de esta panteón.Su culto proviene de territorio Yewe (Africa), estuvo en alza en el siglo XIX, perdiendo valor debido a los pocos que conocían sus secretos.
Es la representación, la unión entre la tierra y el cielo, su equilibrio, balancea la unión entre los hombres y los Orishas.
Me atrevo a traerlo al panteón LGBTIQ por su naturaleza andrógina, doble aspecto que se hace presente en los colores rojo (masculino) y azul (femenino). Entre los textos que he leído se indica que es mujer seis meses del año y hombre los restantes seis.
Oshumaré representa la evaporación del agua, sostén de la vida en la tierra. Es responsable de la comunicación entre las dos esferas, superior e inferior del cosmos. Guerrero arduo, se le imputa el gobierno de los aires y de algunos fenómenos atmosféricos. Es el cordón umbilical que está sobre su jurisdicción es generalmente enterrado en la placenta, al pie de una mata (Palma) la cual se siembra al nacer la criatura de la nueva vida. La salud dependerá del cuidado que se le dé a esa Palma y se conserve.

La serpiente es su representante y mensajera, es conocida e invocada con el nombre de Ere por los miembros de la religión yoruba, es una especie de Boa o Pitón, se le atribuye al excremento de este animal virtudes mágicas que otorgan suerte y riquezas al que la encuentra.
Oshumaré asigna la paz a la tierra. Su representante, es el símbolo de la continuidad y la permanencia. Es visualizada como una serpiente circular la cual se muerde su propia cola. Se interpreta en este aspecto como lo que evita que la tierra se destruya o se aniquile.
Si Oshumaré se debilitara significaría el fin del mundo. Por eso el ser humano debe hacerle ofrendarle como es debido. Es masculino y femenino a la vez, este doble aspecto se hace presente en los colores rojo (masculino) y azul (femenino), lo cual le sirve de verde al arco iris. En el Brasil se dice que Oshumaré es la culebra masculina y Yewa es la femenina, por lo tanto se le asocia frecuentemente con Yewa.
El lugar de nacimiento de este orishá esta en la región Mahi del antiguo Dahomey. El aspecto andrógino de Oshumaré se debe a la creencia en la existencia de dos serpientes. La femenina habita en el cielo y cuida las piedras de rayo que Shangó envía a la tierra. Debido a esto se le asoció con el relámpago. El masculino se cree vive enroscado debajo de la tierra, llevando y sosteniendo la enorme carga a través del universo. Cuando se mueve para balancearse, la tierra tiembla. Entre los Fon (pueblo de la región de Agadja o Dahomey, del grupo étnico Gbe) también se cree que este sea la creación del feto humano y le nutre por medio del cordón umbilical, el cual le pertenece. Se cree que habita en el abdomen.
