RELAJAR LA TURBULENTA MENTE
De la sabiduría del Dalai Lama viene la idea de mantener en calma el "agua" de la mente.

Casualmente me encontré El Arte de la Sabiduría, del Dalai Lama, y en él una meditación que vale la pena copiar.
"Meditemos ahora sobre el tema de la mente. Dado que tanto el samsara como el nirvana surgen de estados mentales -de un estado indisciplinado en el primer caso y de un disciplinado estado mental en el segundo- la mente es creadora. La mente, por tanto, goza de una importancia capita. En esta sesión de meditación examinaremos con precisión qué es la mente. Intentaremos identificarla.
Por lo general, cuando percibimos objetos externos, debido a la común atracción que sentimos por ellos, nos resultan familiares. Debido a esa familiaridad, la mente se centra en los aspectos de esos objetos. Por ejemplo, cuando percibimos un jarrón, los detalles sensitivos relacionados con el jarrón asaltan nuestra facultad visual; la percepción surge como si fueran aspectos del propio jarrón. Sentimos como si esa percepción resultase tangible.
Dado que nuestra mente, en cierto sentido, se siente unida a ese objeto, la naturaleza de la mente en s;i permanece oculta. Eso se debe en parte al extremado énfasis que ponemos en el mundo externo -nuestra objetivación del mismo- y en parte debido a que nuestros pensamientos están constantemente centrados en miedos y esperanzas sobre el futuro y los recuerdos del pasado.
A menudo nos vemos atrapados por remordimientos y deseos. Todos esos factores explican que nuestra consciencia presente se vea oscurecida.
Lo que deberíamos hacer, por tanto, es evitar aferrarnos a los recuerdos del pasado o a la anticipación, al miedo o a las esperanzas depositadas en el futuro. Centrarnos sencillamente en el momento presente y no permitir que nuestra mente persiga objetos o acontecimiento externos. No objetividad las cosas, pero tampoco insistir en el estado natural de la mente, permanecer sencillamente en el momento presente. De ese modo, seremos capaces de experimentar cierta claridad mental.
En cierto sentido es como el agua: cuando hay turbulencia, como olas o burbujas, no podemos ver la claridad del agua en sí. Cuando el agua esta en calma, podemos percibir su claridad y ver lo que es en sí.
De igual modo, deberíamos permitir que nuestra mente descansase e intentase liberarse de pensamientos turbulentos o burbujeantes, e intentar permanecer en el estado no conceptual.
Tengo que decir que esta no es una técnica de meditación especialmente profunda. Tampoco podemos encontrarla en tradiciones de meditación no budista.
Así pues, intenta meditar sobre esa apertura o claridad. Fomenta un estado mental vacío y centrado en el presente, siendo consciente del momento presente de la mente. Permanece en ese estado no conceptual".